Inconsciencia que atraca
los pocos escombros que quedan,
con delirios enmoheces una felicidad,
de fábrica.
Maniaticamente tu estepa se cierne
sobre los pechos.
Aprisionando su poca gracia,
y el efecto de un sudor predecible.
Hoy volverá el bosque, el río o nada,
quizás, ningún elemento sea válido,
pero, hay cansancio de ti.
Ciudad, estepa de material prefabricado,
solo tu, con tus humos de grandeza,
y tus aires contaminados,
inculcas y la vez arrancas,
las ganas de escribir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario